La modelo de 25 años ha regresado al desfile por primera vez tras un receso de seis años con los nervios comprensiblemente a flor de piel. Como ella misma confesaba a People antes de que comenzara el espectáculo, como parte del proceso de preparación antes de enfundarse en los escuetos atuendos de la firma ha estado siguiendo una estricta dieta que le impedía darse sus caprichos culinarios habituales.
Para compensar, la modelo se ha dedicado a ver videos de recetas en internet con tanta frecuencia que su novio ha llegado incluso a preocuparse por ella, en especial después de que Barbara adoptara la costumbre de mirarlo con una intensidad inquietante mientras comía.
"Esta mañana nos ha pasado algo muy divertido porque yo estaba viendo videos de comida. ¡Eso es a lo que me dedico! Y hasta grito cosas como: 'Sí, mójalo en esa salsa. ¡Córtalo! ¡Cómetelo!'. Y Dylan se quedó muy sorprendido y me pregunto: 'Cariño, ¿estás segura de que estás bien?'. Le dije que sí, pero es que estaba viendo cómo freían una lasaña y no pude contenerme. Además, suelo ser yo la que cocina para Dylan, así que estos días me he dedicado a verle comer mientras babeaba".
Por suerte, su novio se encargó de que nada más concluir su trabajo tuviera a mano una buena ración de carbohidratos para darse un atracón antes de continuar celebrando su último éxito profesional.
"Resulta muy difícil hacerse una idea solo con estas entrevistas o las publicaciones que comparte en Instagram, pero ha estado trabajando muy duro para esto. Y para mí lo mejor será ver que ha merecido la pena. Tengo muchas ganas de ver el resultado de tanto esfuerzo", aseguraba Dylan hace unos días.