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Ponerse la piel de Luis Miguel fue “doloroso” para Diego Boneta

Entrevistamos al actor que da vida "El Sol" para conocer lo que implicó tomar el complicado papel del ídolo de México para la serie de Netflix.
mié 11 abril 2018 12:24 PM
Diego Boneta
Diego Boneta Diego Boneta (Foto: Instagram Diego Boneta )

Diego hace un gesto y sus amigos no paran de reír. Lo hace sin intención, pero ahí, en esa pequeña mueca, se resume todo. Él no lo nota, pero la gente a su alrededor se lo comenta: “Lo hiciste tal como Luis Miguel”. No hay cámaras. No hay reflectores. Ni está en medio de una escena. Diego no está actuando y, aun así, Luis Miguel está ahí. En el tono de voz. En los movimientos. Y en el dolor… porque sí, duele ser Luis Miguel. Ha pasado más de un año desde que Diego Boneta recibió la noticia. Había sido elegido para interpretar a el Sol en la serie de Netflix y tenía 365 días para prepararse. Para transformarse. Para aceptar y reflexionar. Tenía el papel de su vida y no lo iba a dejar escapar. Así como tampoco podría escapar (tan fácil) de sentirse en la piel de uno de los artistas más talentosos y misteriosos de la cultura pop. Y hoy, Diego pelea con esos gestos. Con el tono de voz. Con el color de cabello. Con el dentista y la separación de dientes. Y con todo lo que significó el mayor reto de su carrera, el cual es el pretexto perfecto para platicar no sólo sobre Luis Miguel, sino sobre el fenómeno detrás de él.

¿Cuál es el primer recuerdo que tienes de Luis Miguel?
Es tener cuatro años y estar cantando “Suave”. Esa es la primera imagen que tengo de él en mi vida. Recuerdo también que fue el primer concierto al que fui. Lo tengo muy claro: mis papás me llevaron al Auditorio Nacional. Para mí la música es esencial para definirme como ser humano y mucho de eso viene de mi familia. Mi padre era fan del rock de los años 80 y mi mamá es una disco queen. De los pocos artistas que ambos compartían en gusto era Luis Miguel. Todos en casa sabíamos que enfrente teníamos un cantante con una voz privilegiada, de otro mundo. Desde el inicio estuvo presente en mi pasión por la música.

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¿En qué momento te das cuenta de la diferencia entre él y otros cantantes?
Desde niño lo sabía, pero verlo en vivo me impresionó. El show era él. No necesitaba de nada más. Bastaba con su presencia. En casa escuchábamos mucho a Frank Sinatra y a Elvis Presley, y me parecía un cruce entre ambos. Luego, años después, cuando estaba en Código F.A.M.A. [reality infantil de Televisa] los productores decidieron que cantara “La chica del bikini azul”. Eso llevó al primer artículo de prensa que se escribió sobre mí, en El Sol de México. Ahí, me comparaban con él y eso me paralizó. Me estaban equiparando con el mejor cantante en español de todo el mundo. Ahí entendí su dimensión. Yo no nací con la voz de Luis Miguel. Tuve que trabajar mucho y esforzarme para encontrar la mía. Él nació con la suya. Es un nato. Siempre vi una clara diferencia clara entre otros artistas y él.

¿Te sigue paralizando la comparación?, ¿el qué dirán con Luis Miguel la serie?
Claro. Sabía exactamente lo que implicaba en responsabilidad. Sé que hay expectativas, pero sigo el consejo de mi papá: “No te preocupes. Ocúpate”. Tuve un año para prepararme para el trabajo y en esta industria ese tiempo no es nada común. La meta era ser él y no un imitador, así que puse en un pizarrón lo qué tenía que hacer: reaprender a cantar, cambiar mi tono de voz, asumir situaciones que él había vivido y entender lo que estaba por afrontar.

Diego en la serie.
Diego en la serie.

Eliges a Ron Anderson como tu maestro de canto y a Juan Carlos Corazza como profesor de actuación, ¿por qué ellos?
Ya había trabajado con Ron Anderson en Rock of Ages. Desde el principio, me habló sobre la realidad del reto. Puso énfasis en que era 10 mil veces más difícil de lo que habíamos hecho, así que decidimos ir un día a la vez, conscientes de las limitaciones a las que nos enfrentábamos. Por el lado actoral, mi gran ídolo de la actuación es Javier Bardem y Juan Carlos fue su maestro en España, así que quería trabajar, sí o sí, con él. Viajé a España a un seminario que daba y ahí le pregunté. Me dijo que no le interesaba y me quedé en el seminario. Me fui a la mexicana para presentarle el proyecto y, al final, aceptó ayudarme a preparar el personaje.

Eso es sobre la parte técnica, pero emocionalmente, ¿cómo te preparaste?
Tenemos muchas similitudes, pero el tema familiar es una de nuestras diferencias. Tengo un núcleo familiar muy cercano y de ahí me agarré para entender o tratar de entender qué había en él y convertirme. Sentir lo que él podía estar sintiendo. Hoy estoy tratando de no sonar como él, pero a veces mis amigos me dicen “pareces Luis Miguel”. Me está costando librarme del personaje. Marinar esto por un año provoca que eso pase. Después de terminar me preocupa, en el sentido personal, cómo desprenderme. Al final, es un papel que me ha afectado a nivel emocional y físico. Tuve que bajar muchos kilos de peso, pero creo que ha sido más duro en la parte sentimental porque muchas escenas me las llevé a casa con todo y su dolor. Definitivamente necesito tomar un tiempo para sacudirme.

¿Habrá respuestas al tema de Marcela, madre de Luis Miguel?
No me permiten hablar de lo que pasará. Estoy con las manos atadas, pero sí, Marcela está ahí.

Te has involucrado con mucha de la gente que le dio forma y fondo a la carrera de Luis Miguel como su productor Kiko Cibrian, ¿qué encuentras en ellos?
Kiko ha sido clave en mi proceso para aprender a cantar a Luis Miguel. Él me ayudó a conocerlo musicalmente. Es una prueba de cómo se rodeaba de gente talentosa que buscaba que su carrera fuera emblemática. La gente no conoce lo importante de este tipo de relaciones y cómo transformaron la música de Luis. Hoy, ver a Kiko de regreso con Luis Miguel es algo que nos emociona a todos.

¿Cuál fue la canción más difícil de interpretar?
“La incondicional” porque además de su dificultad y de los rangos de voz que maneja, es un tema icónico y la gente tiene muy claro el nivel de la canción. Vive en la mente de todos.

Entre todas las reuniones que tuviste con Luis Miguel, ¿cuál es la anécdota que más recuerdas y por qué?
Contar con Luis Miguel como apoyo en la serie por supuesto fue de mucha ayuda. La gente dice: “Luis Miguel está de regreso”, pero ¿cuándo se fue? Convivir con él me ayudó a entender al personaje. Fui una esponja. Creo que lo que más me viene a la mente fue cuando me vio caracterizado en personaje por primera vez. Se me acercó y se me quedó viendo. Ya de cerca, me sonrío y dijo: “Diego, qué bárbaro, qué guapo estás”, y nos sacó una risa a todos. Algo que ha sido increíble es ver la disciplina que maneja. Me dio muchos consejos e historias de la etapa de su vida que interpreto.

Por último, cuéntanos algo que la gente no sabe de Luis Miguel.
Tiene un sentido del humor fascinante. Muy pocos lo saben, pero es una persona de risa fácil. Fue un honor conocerlo. Ahora sólo queda dar el siguiente paso y comprender qué fue lo que pasó.

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