Aomar Ait KIhedache, uno de los múltiples sospechosos que fueron detenidos en París por atribuirle el asalto que sufrió la esposa de Kanye West, aseguró que las joyas fueron fundidas y vendidas en la ciudad Amberes, Bélgica, una de las principales ciudades en el comercio de diamantes.
“Todos tomamos la decisión de fundirlas”, aseguró el asaltante. Sin embargo, Kim todavía puede recuperar una de las múltiples piezas que perdió: el anillo de esmeraldas de más de 4 millones de dólares.
Además, el ladrón confesó que Kim Kardashian se convirtió en su víctima gracias a las fotografías que posteaba en redes sociales con sus múltiples diamantes.
Otra de las declaraciones que hizo Aomar y que publicó el periódico Le Monde, fue sobre el trato que le dieron los asaltantes a Kim: "La persona que estaba conmigo la ató a la cama. Yo la metí en el cuarto de baño. Y volvimos a bajar. Siempre la tratamos con suavidad”.