El de Shakira fue sin duda el principal reclamo de la primera jornada del Foro Económico Mundial que se celebra anualmente en Davos (Suiza) y que sirve como punto de encuentro para que las figuras más influyentes de la política, la economía y la cultura aborden algunos de los asuntos más acuciantes de la comunidad internacional, ya que además de recibir el premio Cristal en reconocimiento a su intensa labor humanitaria, la artista pronunció un convincente discurso sobre la importancia de que las nuevas generaciones, incluidos sus hijos Milan y Sasha, hereden un planeta pacífico y habitable.
"Crecí en un país en conflicto y he visto los estragos de la guerra, y las repercusiones a través de los niños de nuestra fundación", dijo otro extracto de su intervención ante líderes venidos de todos los puntos de la geografía mundial.
Y lo cierto es que la intérprete de Barranquilla no podría haber llegado en mejor momento a una edad tan señalada, ya que además de gozar hoy en día de una vida familiar tan estable como satisfactoria, sus últimos éxitos musicales han terminado de consagrarla como una de las artistas más influyentes del pop internacional.