Luego de aparecer en el calendario de adviento de la revista LOVE y de robar la atención por la increíble decoración navideña que puso en su casa, Kim Kardashian volvió a ser captada en público cuando salía de cenar con su esposo en un restaurante de Los Ángeles.
Como era de esperarse, los paparazzi se volcaron a la estrella de reality show y al ver las fotografías del momento notamos algo muy peculiar: el extremo y anaranjado bronceado que lucía. No es la primera vez que Kim abusa de los tan sprays, pues recientemente se dijo que Kanye se había enojado con ella ya que su bronceador estaba arruinando sus sábanas de aproximadamente $3,000 dólares.
Otra cosa que llamó la atención fue que la mamá de North y Saint no llevaba su enorme anillo de compromismo y lo sustituyó por una sencilla argolla que pasó casi desapercibida.