Durante su presentación en el concierto Tidal X 1015 en el Brooklyn’s Barclay’s Center, Beyoncé demostró que es imparable y que se necesita mucho más que una oreja sangrando para cancelar un show.
Resulta que el arete que usó la cantante era demasiado pesado y provocó que su oído comenzara a sangrar en plena presentación. Al percatarse de la situación, Queen B la ignoró por completo y siguió cantando como toda una pro.
Como era de esperarse, los fanáticos de la esposa de Jay Z expresaron su apoyo a la cantante; pero esta vez fueron demasiado lejos ya que, con el hashtag #CutForBeyoncé, empezaron a publicar en redes sociales imágenes de sus orejas sangrando.