La relación entre Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler cada vez se hace más formal, pues corren los rumores de que el escritor y ella vivirán juntos en la mansión que la madre de Enrique Iglesias tiene en Madrid, España.
Pero al parecer, no todo es felicidad entre la pareja, pues aunque ya han dicho a sus respectivos amigos que su idea es casarse en el futuro, la boda tendrá que esperar, pues hasta el momento Patricia Llosa, la todavía esposa de Vargas Llosa, no contempla siquiera la posibilidad de un divorcio.
Según informan fuentes a Vanitatis, entre Mario y Patricia no hay contacto de ningún tipo, ni verbal o físico, y tampoco a través de correo electrónico o por celular, pues el escritor no usa el Internet y hasta hace poco no tenía teléfono. Pero al parecer, ahora utiliza uno, ya que Isabel está mucho más a la vanguardia con la tecnología.
“Mario tiene 80 años y no quiere perder el tiempo, pero lo tiene difícil, la cosa va para largo. Después de tanta exposición, Patricia se lo va a tomar con tranquilidad. Sabe que puede durar lo que ella quiera. La ley peruana exige acuerdo de partes. Y ese litigio puede durar de cuatro a seis años como mínimo. En este tipo de situaciones, donde uno se siente agraviado y humillado, y con mucho dinero de por medio, lo habitual es que se acabe pactando después de mucho tiempo”, explicaron fuentes cercanas al portal español, al que aseguraron que por ahora no se ha iniciado ningún trámite.
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La familia del peruano se encuentra dividida, pues sus tres hijos se encuentran a favor de Patricia, quien según comentan, ha sido la encargada de mantenerlos unidos a pesar de las discrepancias que llegaran a surgir entre ellos.