Sexy y sensual como siempre hasta cuando viaja. Kim Kardashian mostró por qué tiene una de las figuras más famosas del mundo hasta en el aeropuerto, con una naturalidad que ya es inherente en ella.
La esposa de Kanye West llegó enfundada en un vestido negro que acentuaba sus voluptuosas curvas, así como su busto, y un exótico abrigo de pelos. Como en toda ocasión, su maquillaje y su pelo lucieron impecables.
Como cualquier mortal, la socialité tuvo que despojarse de su abrigo para pasar por el detector de metales, por lo que sus ya conocidos atributos se pudieron apreciar aún más, y no desaprovechó la oportunidad para lucir todavía más sexy.
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En esta ocasión Kim no mostró su trasero como lo hizo la semana pasada, cuando se encontraba también en el aeropuerto con su esposo y, al sentarse, dejó al descubierto una parte de éste accidentalmente.