Una vez que el juez le dictó a Lindsay permanecer 90 días en una clínica, la actriz no tuvo de otra más que aceptar y acatar las órdenes de la ley, pero más que el encierro hay algo que a Lohan también le molesta, perder su tiempo, esto lo confesó en el programa de Piers Morgan.
"No creo que tenga que estar encerrada tres meses, eso no sirve para curar. Constantemente me están mandando a clínicas, es inútil. Las primeras veces que acudí por órden de un juez, fue como una broma, nada más perdí mi tiempo", confesó la pelirroja.
Pero Lindsay no sólo se quejó, también propuso algunas soluciones, entre ellas, viajar a un país donde pueda ayudar a niños o una comunidad, "eso me beneficiaría más".
Aunque no le gusta a la joven de 26 años, en esta ocasión tuvo que acudir a rehabilitación porque le mintió a la policía en el accidente automovilístico que tuvo en marzo pasado, no por problemas de alcohol y drogas como muchos han asegurado.
Lohan le comentó a Piers que efectivamente toma, pero no como muchos aseguran, además de aceptar su gusto por la marihuana, pastillas para poder dormir y a veces éxtasis.