Miranda Kerr y Orlando Bloom son un gran ejemplo de familia feliz y en su viaje a Australia lo demuestran. La modelo y el actor están pasando unos días en Sidney para asistir a la boda de unos amigos y ahí aprovecharon para relajarse en la alberca.
en bikini mientras tomaba el sol en compañía de unas amigas y tomaba una copa con champaña, mientras que el actor se metió a la alberca con el pequeño Flynn, quien apenas cumplió un año de edad el 6 de enero pasado.Al parecer a
, quien estuvo todo el tiempo sin traje de baño, no lo encantó el agua y comenzó a llorar, así que los dos hombres de Miranda se salieron de la alberca. De hecho el que acaparó todas las miradas de las amigas de Miranda fue el bebé y algunas no perdieron la oportunidad de poder cargarlo un rato, mientras, la orgullosa mamá se encontraba disfrutando de la escena.