Sentimos profunda felicidad: Sarkozy
Nicolas Sarkozy, el primer mandatario francés que tiene un hijo durante el cargo, se pronunció por primera vez oficialmente sobre el nacimiento -que ocurrió el miércoles en una clínica en el occidente de París-.
"Tenemos la suerte de haber sido bendecidos con el nacimiento", declaró Sarkozy.
El presidente francés se abstuvo de mencionar el nombre de la niña, al prolongar la discreción que mantuvo el matrimonio durante el embarazo y el parto de su esposa, Carla Bruni.
"Todos los padres pueden entender la muy profunda felicidad que Carla y yo sentimos, y al mismo tiempo todo mundo puede entender que esta felicidad es mucho más profunda porque es íntima", dijo el mandatario.
Ante la insistencia de saber el nombre de la niña, Sarkozy afirmó que le "permitiría a la madre el placer de decírselos ella misma".
La intimidad fue el principio rector del nacimiento confidencial. Los policías apostados durante las últimas semanas a las afueras de la clínica del parto mantuvieron a raya a los periodistas. De hecho, las visitas frecuentes que el jefe de Estado hizo el miércoles fueron las que alertaron a los medios de comunicación sobre lo que ocurría en el interior.
La vida sigue su curso
La crisis de la deuda en la eurozona tuvo el miércoles mayor prioridad que el nacimiento de la niña, pues Sarkozy voló a Fráncfort para una reunión de último minuto con la canciller alemana Angela Merkel, mientras la primera dama francesa estaba en labor de parto.
El mandatario estuvo ausente durante el nacimiento, poco antes de las 20:00 horas según la televisora BFM, pero visitó la clínica al volver a París.
El presidente de Francia volvió a visitar la clínica el jueves por la mañana, antes seguir con su agenda de gobierno, donde Sarkozy recibió de regalo un roble joven por el nacimiento de su hija.
Newsletter
