Catalina, como fue nombrada luego de su boda con el hijo de Lady Di, usó un vestido en organza de Jenny Packham, mientras que Guillermo prefirió un esmokin negro.
Se ve que Kate disfruta los reflectores, pues todo el tiempo estuvo sonriendo a los asistentes y a las cámaras.
Los organizadores de la cena de gala dijeron estar encantados con la presencia de la pareja del momento, pues la intención es llegar a los jóvenes donadores, de este modo las nuevas generaciones aprenderán de la filantropía.