Hay proyectos que nacen de una estrategia y otros que surgen de la intuición. Camp Kaskunaj pertenece al segundo grupo. La historia comienza cuando Maca Moreno tenía 16 años y empezó a trabajar en el campamento Pipiol donde, casi sin darse cuenta, descubrió que trabajar con niños no solo era un trabajo de verano, sino una vocación.
Años después, ya con sus propios proyectos, se reencontró con Paola, una amiga de Pipiol que en una conversación al aire le propuso empezar su propio campamento juntas en la hacienda de su familia en Querétaro. “Como a los tres días de esa plática la busqué para decirle que yo sí quería hacerlo realidad. Así que al día siguiente manejé a Querétaro a conocer el lugar y me enamoré, no podía creer que esa oportunidad me había caído a mí,” cuenta Maca.
Así que en 2022 comenzaron a planear y preparar lo que sería Kaskunaj (que significa magia en maya), con el propósito de que los niños de entre 6 y 14 años encuentren un lugar seguro donde pueden ser ellos mismos.