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Con una larga falda blanca y los pies cubiertos con calcetines y huaraches, Lorena estaba en el Teide, el volcán más alto de España, justo a la mitad de la Cajamar Tenerife Bluetrail, una de las más emblemáticas pruebas de resistencia. La rarámuri había dejado boquiabierto al mundo, no sólo por romper los estándares de vestimenta en ultra-maratones, sino por sus cinco triunfos, siempre con la vestimenta típica de su comunidad. Pero aquél 11 de junio de 2017 en tierras ibéricas, un fuerte dolor en la rodilla la privó de su primer título internacional. Lorena era la primera tarahumara en participar en dicha competencia, el mal sabor de boca quedó ahí, mas no su ímpetu por mantenerse como una de las atletas más destacadas.