La idea de ponernos correctores de colores como azul, verde o amarillo en la cara puede sonar muy intimidante, pero la realidad es que así como el corrector típico es un básico de cualquier kit de belleza, estos también deberían serlo, ya que son una herramienta muy útil para conseguir una piel completamente uniforme y perfecta.
La explicación de su magia está en el principio de los colores complementarios en la teoría del color, la cual demuestra que un tono opuesto a otro es capaz de neutralizarlo, logrando así corregir cualquier imperfección.
Para qué sirven los correctores de colores
¿Para qué sirve el corrector verde?
No es sorpresa que sea uno de los colores más populares, ya que al ser un tono complementario al rojo y rosa, sirve para neutralizar rosácea, acné, quemaduras o cualquier otro tipo de rojez en la cara. La clave está en ponerlo antes de tu base de maquillaje y difuminarlo muy bien para tener un acabado perfecto.
¿Para qué sirve el corrector
naranja?
Si lo que buscas es tapar las ojeras, este corrector es para ti. El naranja es complementario al azul, por lo que al aplicarlo antes del corrector normal, desaparecerán por completo. ¡Pruébalo!
¿Para qué sirve el corrector amarillo?
Ideal para tapar algún moretón o mancha obscura, ya que sirve para neutralizar los tonos morados. Existen muchos tonos e intensidades dependiendo tus necesidades, pero al ser tan claro, funciona muy bien para cualquier tono de piel.
¿Para qué sirve el corrector rosa?
El corrector rosa se ha vuelto viral por todas partes, ya que al ponerlo debajo de la base de maquillaje neutraliza el tono de la piel y le da un acabado mucho más brillante. Te recomendamos usarlo abajo de los ojos para darles más vida y elevar tu maquillaje a otro nivel.
¿Para qué sirve el corrector azul?
El color más intimidante, pero que funciona mejor para tonos de piel más obscuros, ya que al aplicarlo sirve para neutralizar colores anaranjados como manchas o pecas.