“La idea es cambiar de hábitos integrales y no temporales como la gente piensa cuando habla de dietas. Si te digo que lleves una alcalina automáticamente piensas “¿por cuánto tiempo tengo que hacerla?”, y en realidad no es que la hagas un mes, dos o seis, sino que esos principios los conviertas en parte de tu alimentación diaria”, nos cuenta Christina y asegura que es importante ir con un experto que pueda realizar una propuesta de alimentación que sea duradera y que además puedas hacerla parte de tu vida.
Seguramente has escuchado más de una vez el concepto de “ayuno intermitente” y es que su popularidad no se ha logrado por arte de magia, sino que, si lo haces de la manera correcta, puedes obtener resultados súper positivos.
La health coach nos explica que el propósito es crear ventanas de tiempo en tu día: una en la que comes y otra en la que no. “Existen distintas variaciones que dependen de la cantidad de alimento que consumes durante la ventana en la que estás comiendo o la cantidad de horas que pasas en ayuno, pero en general la idea es respetar esos horarios. Por ejemplo, puedes elegir hacer un ayuno de 14 horas en las cuales no ingerirás ningún tipo de alimento, solamente bebidas que no alteren tu producción de insulina (no te alarmes, estas horas también entran en tu tiempo de sueño). Durante las 10 horas restantes comerás de manera normal. Para conseguir esto puedes tomar en cuenta tus ciclos circadianos, ver cuáles son los horarios en los que te da más hambre y empezar a comer hasta la hora de la comida, o comenzar temprano y saltarte la cena”.
