Las 6 cosas que más engordan... y no todas son comida
1. Exceso de estrés Todos vivimos con estrés, es normal y natural. Pero el exceso es uno de los peores enemigos para bajar los gorditos. No solo te regala un humor insoportable, muchas veces la ansiedad, genera hambre emocional que te invita a abusar de la comida. También, la sobrecarga de cortisol (la hormona del estrés) incrementa los niveles de azúcar en la sangre, generando más hambre y promoviendo el desarrollo y estancamiento de grasa en el área del abdomen.
2. No dormir La falta de sueño y descanso deriva en falta de energía. Cuando nos desvelamos, como no podemos tomarnos una siesta ( y aunque pudiéramos, no es lo mismo que dormir en la noche) el cuerpo opta por obtener energía de una fuente más accesible: la comida . La forma más fácil es creando antojos por comida con un alto contenido energético, alias comida chatarra. La falta de sueño literal se traduce en hambre. No es casualidad que después de una gran desvelada, se te antojen unos tacos o una chilaquiles gigantes. Además, durante el sueño se hacen muchísimas funciones vitales como: la formación de músculo (que es el que más quema grasa en el cuerpo) y los reajustes en el metabolismo.
3. El miedo a engordar No subestimes a tus pensamientos. Si crees que comerte una lechuga de más te va a engordar.. es muy probable que lo haga. Si vives contando calorías y porciones por miedo a engordar, tu cuerpo entiende el mensaje. Somos una máquina perfecta, y a veces no nos damos cuenta cuánta influencia tiene nuestra mente sobre nuestro físico. Por ejemplo: ¿has oído hablar de los embarazos psicológicos? Bueno… imagínate de qué eres capaz de hacerle a tu cuerpo con lo que crees y sientes. Puedes hacerlo engordar o enfermar de la misma manera que lo puedes mantener saludable. No te obsesiones
4. El alcohol Si crees que por escoger un mezclador “light” o elegir la bebida menos “engordante” ya la hiciste, estás equivocada. El alcohol no solo es un tema de calorías. Hace sobretrabajar a tu hígado y en lugar de procesar las grasas tiene que desintoxicar tu cuerpo. También los riñones hacen un esfuerzo extra por limpiar la sangre, lo que provoca retención de líquidos. Consumirlo regularmente, altera los ciclos del sueño y vuelve loco a tu sistema hormonal, afectando tu metabolismo. Si quieres bajar de peso, es un no rotundo.
5. La comida procesada La clave es comer los alimentos lo más parecidos a como vienen de la naturaleza. Jamás he visto crecer barritas rellenas de mermelada o que una vaca de leche light. Entre más procesado, más engorda. La pedrada va más para los productos engañosos que aparentan ser saludables con títulos como: light, Sugar free, fat free, gluten free, etc. Todos los químicos raros que tienen estos productos intoxican al cuerpo. Las toxinas viven en la grasa corporal (en el mejor de los casos) y hacen sobretrabajar a todos tus órganos. No cuentes las calorías, fíjate en los ingredientes.
6. Comer siempre lo mismo El cuerpo tiene muchos requerimientos nutricionales. Si comes lo mismo todos los días, por más ligeros y balanceados que sean tus alimentos, probablemente te harán falta ciertos micro y macronutrientes. El cuerpo siempre pide lo que necesita, por lo que vas a seguir teniendo hambre aún después de haber comido saludable. Si todos los días comes ensalada y pechuga asada (espero que no) tu metabolismo se estanca y aprende a trabajar con lo que hay sin hacer un esfuerzo extra por quemar lo que le sobra. Come variado y saludable; un tip es tratar de incorporar varios colores de frutas y verduras a tus alimentos. Comer solo de un color, generalmente limitará otras vitaminas y minerales necesarias para estar en óptimas condiciones.
Denise Vargas Wellness Coach Bibe