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La comida de este pequeño país europeo es increíble. Tiene una mezcla de comida balcánica, de medio oriente y mediterránea.
Se acostumbra mucho el queso, la carne y las pastas, además de vegetales súper frescos y, por supuesto, un exquisito vino local.
Saludable y fresca son las principales características de su cocina. Entre sus productos emblema destacan el queso feta, el aceite de oliva y el pescado fresco.
Su historia gastronómica tiene más de 4 mil años. El uso de hierbas como la menta, en combinación con excelentes cortes de carne, lo hacen un gran destino.
La comida es tan sorprendente como sus paisajes. Incluye delicias que van desde rico jamón curado hasta espléndidos strudel, además cuentan con el Shnapps, un licor de frutas imperdible, que es la bebida nacional del país.
Aunque no es un destino muy conocido, se está poniendo de moda por su imponente belleza. Esta pequeña ciudad de los Balcanes tiene de todo, desde increíbles restaurantes hasta maravillosos paisajes.
Es normal encontrar snack turcos, vinos italianos, además de cerveza artesanal y vino de la región.
Sus más de mil pequeñas islas con aguas turquesa son sólo una razón para ir, pero si buscas comer bien, la ciudad de Istria es el lugar adecuado, aquí podrás probar carne de la mejor calidad, muy buen aceite de oliva, trufas de la región y un excelente prosciutto.
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