Razones por las que Tom Cruise (y otros famosos) no pueden dejar la cienciología

¿Qué hace que una persona se acerque a la Cienciología y luego no pueda escapar de ella?
Tom Cruise Tom Cruise. (Foto: Getty Images)

Imagina que tienes 24 años, decidiste ser actor, aunque también te inclinabas por ingresar a un monasterio. Tu adolescencia fue inestable, te mudabas de un lugar a otro, tu padre era violento –al grado que en un futuro lo definirías como “era el tipo de persona que, si algo sale mal, te patea”– y además, tienes dislexia. Te llamas Thomas Cruise Mapother IV, vienes de una familia pobre y quieres triunfar en Hollywood.

A esa edad llegas a las puertas de Scientology y pronto estarás dentro del 63.7% de los creyentes que llegaron por primera vez a esta seudo religión cuando tenían menos de 25 años, como muchos que incluso nacieron dentro de ella.

Haces tu test de personalidad, aquel que te definirá como persona y revelará tu lado oscuro. Algo saldrá mal y tu entrevistador preguntará qué hay de mal en tu vida que eres tan infeliz, que te hace ser tan mala persona, entonces comenzarás a enumerar tus problemas y todo estará justificado. Eres perfecto para entrar, te prometen éxito, dinero y sanación espiritual, ¿qué más puedes pedir si tan sólo cuesta un poco –bastante– de tus ingresos?

Tom Cruise es quizá la primera imagen que viene a la cabeza cuando se habla de Cienciología, una supuesta religión que ha estado envuelta en diversos escándalos a nivel mundial, muchos la llaman secta.

Actor, productor, guionista y director, Cruise ha sido nominado en tres ocasiones a los premios Oscar, todos por mejor actor. Se ha casado con Mimi Rogers, Nicole Kidman y Katie Holmes, también fue novio de Penélope Cruz.

Además, Forbes estima que el protagonista de Misión Imposible tiene una fortuna de 53 millones de dólares, por lo que está en el lugar 37 de las 100 celebridades más relevantes de 2016.

Entonces, ¿cómo es que una persona como él se envolvió en las redes de Scientology? Aquí te dejamos algunas claves para entender por qué las personas ­–incluso si eres Tom Cruise– optan por este camino y es –casi– imposible dejarlo:

1. La edad

El Centro de Investigación en Evaluación y Medida de la Conducta realizó un estudio con personas entre los 15 y los 26 años, el cual arrojó que la mayoría son propensos a la ansiedad, la inseguridad o la tristeza, muchos con un bajo conocimiento de sí mismos y poco responsables, en resumen tienen una madurez psicológica muy baja.

En este sentido, el desarrollo cerebral en suma con los factores sociales y del entorno, experiencias y vivencias, hacen susceptibles a los jóvenes de acercarse a lugares que les prometen supuestos cambios positivos en sus vidas porque aún no tienen la capacidad total de autoanálisis y de detectar situaciones de riesgo.

Quizá ahí una de las claves por las que 6 de cada 10 creyentes de la cienciología ingresaron cuando tenían menos de 25 años de edad, tal como Cruise.

2. Soledad + soluciones rápidas y fáciles

La Red de Apoyo a las Víctimas de Sectas asegura que cualquier persona es susceptible de caer en estas redes, lo define como algo que va más allá de la inteligencia.

Sin embargo, un punto clave que señala es que se aprovechan de la soledad de las personas y las hacen sentir “los protagonista de una aventura única a la que sólo tienen acceso los elegidos”, algo que sólo se obtiene a cambio de obediencia ciega y lealtad a costa de lo que sea.

La Red agrega que las sectas saben lo que la gente quiere, por ello ofrecen soluciones y respuestas fáciles a todos los problemas, ya sea falta de dinero, falta de éxito, incógnitas existenciales, sanación, etcétera. La Cienciología lo hace, pues cuando revelas la raíz de tus problemas, prometen soluciones inmediatas tras la afiliación a la “religión”.

Alguien que va iniciando su vida profesional, quien le teme al futuro y se ve atormentado por su pasado o por características físicas, probablemente entregará su vida al 100%; también su dinero.

Tom Cruise ha declarado públicamente que la Cienciología le dio la cura de su dislexia, por ejemplo.

3. Auditorías

Todo miembro de Scientology se debe someter regularmente a las llamadas auditorías, un ejercicio en el que la persona auditada revela todos los detalles de su vida personal para así encontrar el origen de los traumas que afectan a una persona, una intervención que se realiza con un “émetro” , aparato que, según los cienciólogos (nadie más lo ha comprobado), tiene la capacidad de encontrar recuerdos en lo más profundo de la mente.

Estos secretos, de acuerdo al documental “Going Clear”, se utilizan para chantajear a los miembros que quieren dejar la organización, pues todos ellos están grabados.

4. Separación de amigos y familiares no creyentes

Tras seis años de matrimonio, en 2012 Tom Cruise y Katie Holmes se separaron. La actriz sorprendió a su entonces esposo con la petición y logró quedarse con la custodia de Suri, su hija.

Cruise se ha perdido cumpleaños, eventos escolares y prácticamente toda la infancia de la niña, ya que la llamada Iglesia de Cienciología no le permite tener acercamientos con no miembros.

Tom lleva casi cuatro años alejado de su hija Suri. Aquí cuando aún el actor y Katie Holmes estaban juntos.

A los miembros les hacen creer que existen Personas Supresoras, un término de cienciología que dice que estas personas echarán a perder todo aquello que esté destinado a hacer cualquier ser humano inteligente –aplica únicamente para cienciólogos–. Katie Holmes tenía este título dentor de la iglesia, también lo tuvo en su momento Nicole Kidman.

Esto provoca que los miembros se refugien dentro de la organización y eviten contacto con el exterior, por lo que es más complicado que ideas ajenas a la cienciología puedan persuadirlos de continuar dentro.

Cualquier información externa al grupo será considerada errónea, falsa o mala, creer en ella implica una sanción, en el caso de la Cienciología se les ha acusado de ser sanciones que atentan contra los Derechos Humanos.

5. Control mental

Una vez dentro, toda secta utiliza lo que sus detractores llaman “técnicas de adormecimiento”, la cual sucede tras haber enamorado a la gente ofreciéndoles un ambiente agradable y convencerlo de su vocación y de su brillante futuro.

El primer paso es convencer a los miembros de su incapacidad para tomar decisiones y otorgar esa capacidad a la creencia. Luego se deben abandonar objetivos personales no relacionados con la creencia, Tom Cruise por ejemplo, aunque se dedica a la actuación, usualmente aprovecha las entrevistas sobre su trabajo para hablar positivamente de la Cienciología, poniendo en segundo plano su desempeño en una película.

Por último se tiene que entregar los bienes económicos que se han obtenido como frutos de creer en esta “religión”, un acto que se hace por medio de donaciones.