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Hay 5 reglas de etiqueta al usar tu smartphone, ¿cuántas de ellas (in)cumples?

Revisamos algunas normas de conducta digitales y lo difícil que puede resultar seguirlas.
vie 24 marzo 2017 11:11 AM
Black Mirror (Charlie Brooker, 2011- ...)
Black Mirror (Charlie Brooker, 2011- ...) Black Mirror (Charlie Brooker, 2011- ...)

Una fotografía de la década de 1920 mostraba un vagón del metro de Nueva York en el que absolutamente todos los pasajeros se encontraban leyendo su propio periódico, sin mirarse el uno al otro ni conversar. Quizás este medio no vibrara para captar la atención pero el paralelismo es evidente, hoy en día sucede lo mismo con los smartphones.

A principios de los 2010, existía una gran preocupación por el comportamiento humano en los denominados "nuevos medios de comunicación". Probablemente debido a que, como en toda nueva invención en proceso de adaptación, los defensores de los valores tradicionales se preocupaban por que las buenas costumbres no se perdieran a través de unas normas de conducta, bajo el nombre de "netiqueta".

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No obstante, en 2017, siendo los smartphones algo cotidiano y presente en cualquier lugar al que vayamos, estas normas se han cambiado y el término "netiqueta", tan acuñado anteriormente, es algo que no corresponde tanto a unas leyes fijas como al sentido común. Tal vez porque quien es educado, lo es dentro y fuera de la red.

9gag
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A continuación enumeramos 5 normas de netiqueta del sitio web Protocolo.org que fueron consideradas básicas y que hoy incumplimos flagrantemente y, a veces, con motivo:

1. Entrecomillar las expresiones coloquiales

La inmediatez de Whatsapp, Facebook Messenger y otras aplicaciones de mensajes instantáneos ha creado un lenguaje más rápido y más transparente entre amistades. Así, entrecomillar toda palabra extraña puede significar una pérdida de tiempo y, obviamente, cada uno sabe que expresiones usa y con quién las usa. Así, no enviaremos coloquialismos a alguien del trabajo pero sí a alguien de confianza tal y como no lo haríamos en una conversación normal.

2. Benditas abreviaturas

¿Se acuerdan de los celulares antiguos en los que debías pulsar hasta tres veces la misma tecla para poner una letra en concreto? Escribir era toda una tarea en la que no dejabas de pulsar botones. Consecuentemente, la mayoría de nosotros utilizábamos abreviaciones como, por ejemplo "k" en vez de "que", más que nada para no dejarnos los dedos en el proceso de comunicarnos por SMS.

Actualmente, con los teclados digitales y autocorrectores resulta más cómodo escribir correctamente y aquellas abreviaturas tan criticadas por significar la pérdida de la ortografía son cada vez más difíciles de encontrar. ESO SÍ, USAR MAYÚSCULAS TODAVÍA SIGNIFICA GRITAR Y MOLESTA TANTO ComO eSTo.

3. Pedir permiso para mirar el celular

Imagínate que cada vez que quieras leer un mensaje o un e-mail tengas que preguntar si puedes hacerlo a la persona con la que estás conversando o conviviendo. "¿Le importaría si miro un correo que me acaba de llegar?" o "Disculpe, debo revisar mis mensajes" pueden ser expresiones educadas pero también bastante extrañas en nuestros tiempos. Sí, es incómodo hablar con alguien que solo mira su celular pero eso es un signo de mala educación y no tiene tanto que ver con la tecnología.

4. No dejar el celular sobre la mesa

Al lado del plato, como si se tratara de un cubierto más, solemos encontrar la pantalla negra del celular. Anteriormente se recomendaba que se guardara en el bolsillo pero, la verdad, para ahorrar sacarlo miles de veces se ha acabado convirtiendo en parte de la mesa como costumbre social. ¿Puede resultar molesto? Sí. ¿Lo hacemos todos? También.

5. Prohibir el celular durante una cena

Hagan algún día el experimento y dejen todos los celulares de los comensales en medio de la mesa en la que se está cenando, el primero que agarre el suyo paga la cuenta. Con cada pitido o vibración, todas las miradas se dirigirán nerviosamente hacia ese montón de tecnología e incluso algunos no podrán aguantar la ansiedad. Sí, somos dependientes del celular y deberíamos reconocer que es algo que quizás ya forma parte de nosotros...

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