Diario británico "desenmascara" a famosos y su ayuda humanitaria
Generalmente vemos con admiración a las celebridades que se comprometen en labores humanitarias. Basta con ver fotográfías en las que conviven con niños africanos o en las que reparten víveres a daminificados para creerlos conscientes de la situación, sin embargo, un hombre implicado en labores humanitarias, cuya identidad no se reveló, los desenmascaró en el diario británico The Guardian.
El informante cuestiona en un polémico artículo cuánto tiempo ha perdido buscando una gorra con el logo de la ONU, intentando conseguir una agencia de moda que adapte una camiseta a la figura curvilínea de una celebridad, buscando una botella de agua mineral europea en África o una coca-cola bien fría para otro exigente actor, en vez de enforcarse en verdaderas emergencias.
Aunque en la mayoría de sus anécdotas no se revela el nombre del famosos, sí salieron a la luz los nombres de Christina Aguilera y Sean Penn.
De acuerdo con el informante, a Christina Aguilera tuvieron que cederle la única tienda de campaña con aire acondicionado en el extremamente caluroso Haití con el objetivo de ofrecerle un cóctel de recepción a la invitada.
Asimismo, el colaborador -que lleva muchos años participando en labores altruistas- señaló que en alguna ocasión Sean Penn amenazó a personal de la ONU de criticarlos en televisión si no hacían lo que él pedía, sin embargo, después retomó la calma e hizo un buen trabajo, explicó.
Sin embargo, no todas fueron críticas para las celebs. La fuente, que pidió el anonimato, exalto el verdadero compromiso de famosos como Angelina Jolie. "Ella sabía más sobre los Refugiados, y había estado en más lugares que en los que yo he estado. Ella tenía su propia cámara, así que todo lo que yo tenía que hacer era encontrar los lugares y a los refugiados", dijó la fuente "Yo estaba impresionado con ella en Haití, en Jordania y en Sri Lanka. Dejó a los expertos sin palabras", añadió otro colaborador.
Otro de los que se mostró "exigente" fue David Beckham, pero su reclamo fue admirable, pues únicamente pidió que lo dejaran jugar futbol con los niños refugiados.