El gran Gatsby y la explosión del glamour
(Artículo publicado en la revista Quién, edición 290 mayo 2013)
Miles de cristales Swarovski, impecables vestidos Prada, una millonada en diamantes Tiffany... Carey Mulligan, estrella en una de las cintas con mayor brillo del año, nos cuenta sobre la magia de trabajar rodeada de lujo.
Escenarios como los que planea el director Baz Luhrmann son tan complejos, tan espectaculares, que cuesta trabajo imaginarlos. Ya lo hizo en Moulin Rouge y lo busca una vez más en El gran Gatsby, una adaptación del clásico de F. Scott Fitzgerald que tenía planeado filmar desde hace una década y por fin se ha materializado. En esta historia de fiesta sin descanso lo acompañaron Leonardo DiCaprio, Tobey Maguire y la británica Carey Mulligan, actriz única que capta a la perfección el glamour de locos 20, una de las épocas más festivas del siglo pasado.
En esta cinta los brillos de los diamantes y los cristales se suman a la emoción de un género naciente, el jazz. Catherine Martin, la premiada vestuarista elegida por Luhrmann, cuenta cómo el director se propuso "hacer que la gente sepa cómo se debió sentir oír jazz por primera vez en una fiesta".
Y es que transportar a la audiencia al mundo del excéntrico Jay Gatsby y compañía no es cosa fácil. Como herramientas, Martin se valió de las firmas más exclusivas para vestir a sus personajes. Millones de dólares en joyas de Tiffany dejan con la boca abierta a cualquiera -y más si son vistas en 3D-, mientras los miles de metros de encaje Solstiss, medias Fogal, corbatines Brooks Brothers y diseños de Prada completan un cuadro de ensueño.
En Londres, ciudad natal de Carey Mulligan, la actriz que interpreta a la siempre apasionada Daisy Buchanan, de quien Gatsby se enamora locamente, habla con soltura de su "primera gran película": "Supe que estaba en un film de estudio en cuanto encontré en mi habitación un iPod precargado con imágenes y música de la época, listos para inspirarme a ser Daisy", dice sonriente. "El vestuario, la joyería, el maquillaje y la peluca son sólo 50 por ciento de la batalla, especialmente cuando estás filmando una película de época. Todo está hecho de forma exquisita y son bellos, los usas; te cubren en joyas Tiffany y de pronto cambia la forma en que te mueves y cómo te paras".
Visualmente, la experiencia de El gran Gatsby es un lujo. Los sets fueron diseñados de forma tan espectacular que a primera vista parecen irreales. Los colores, los sets, las fiestas y hasta las escenas de pelea parecen salidas de un sueño, y el vestuario no podía quedarse atrás.
"Daisy y Tom son, como lo dice el libro ‘ricos estilo Rockefeller', así que tienes que parecerlo. Usé millones de dólares en joyas de diamantes tan sólo en mis manos, nunca me había puesto algo así. Es magnífico, le da una grandeza especial al momento".
EL RETO DAISY
"Daisy es un personaje complicado pues es muy cambiante. Es excéntrica, siente las cosas apasionadamente pero no necesariamente por mucho tiempo", cuenta Carey, quien tuvo que buscar, junto con Baz, material paralelo al libro que les ayudara a completar este complicado personaje.
"En el primer trailer, casi al final ella dice ‘desearía haber hecho todo en esta tierra contigo' eso pertenece a una carta escrita por Zelda Fitzgerald".
"Es una mujer que aún se está definiendo a sí misma", dice Catherine Martin, quien encontró sus propias dificultades al diseñar este vestuario en particular. "Y es muy vivaz y atractiva. Es como estar en un cuarto con una campanilla que suena. Es divertida y tiene todo el estilo. Carey Mulligan le da una perspectiva mucho más complicada al personaje y tuve que hacer mi mejor esfuerzo para llenar esos zapatos".
Estreno en México: 31 de mayo
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