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“Mi esposo merecía ser papá”: Anette Michel

Su esposo Gregorio Jiménez, es quien convenció a la actriz y conductora de formar una familia.
vie 20 abril 2012 12:00 PM
Su esposo Gregorio Jiménez, es quien convenció a la actriz y conductora de formar una familia.
Anette Michel Su esposo Gregorio Jiménez, es quien convenció a la actriz y conductora de formar una familia. (Foto: Cortesía)
La guapa actriz se confiesa locamente enamorada de su esposo Gregorio Jiménez.
La guapa actriz se confiesa locamente enamorada de su esposo Gregorio Jiménez.

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Hace unos años la tapatía no consideraba la posibilidad de embarazarse, pero el amor por un hombre le cambió la vida y el panorama.

En noviembre de 2008 contrajo nupcias con Jiménez, director de Swarovski en México, quien asegura le robó el corazón por completo.

Para comprobarlo basta con mirarlos, no dejan de abrazarse, besarse y hacerse cariñitos. "Estamos muy enamorados, nos amamos muchísimo", confiesa la actriz a Quién.com, durante la cobertura del evento Punta Mita II Gourmet & Golf Classic 2012, realizado en la Riviera Nayarit.

"Es un gran ser humano, inteligente, trabajador, gran compañero, amigo, esposo y, ahora, papá. Todo ha sido muy fácil con él y cuando me planteó su deseo de ser padre, no lo pensé, él lo merecía, es un hombre valioso y no me equivoqué en tomar la decisión", menciona la tapatía, mientras sus labios dibujan una gran sonrisa.

Se embarazaron juntos o eso dice Jiménez cuando platica del tema, en ningún momento ha dejado sola a Anette y a pesar de que viaja mucho por su trabajo, siempre está al pendiente de su familia.

"Nada es más importante para él que Nicolás y yo", asegura la guapa conductora.

Ese pequeño caballero de un año tres meses trae vuelta loca a Anette. "Él es quien intensifica mi vida, la hizo cambiar de color. Ser madre es una de las cosas más increíbles que me han pasado, aunque también es complicado porque dejas de ser tú, para ser mamá... Lo hago con todo el placer del mundo, aprendí a saber combinarlo todo".

La tapatía asegura que nunca pensó en dejar su profesión, pues no trabajar la haría sentir incompleta y quiere que su primogénito tenga una mamá feliz y que en un futuro se sienta orgulloso al verla por televisión o en el teatro.

"Los primeros once meses de Nicolás viví pegada a él, pero después me ofrecieron este proyecto (La Mujer de Judas) y me tuve que ir a Xico, Veracruz, no me lo quise llevar porque hacía mucho frío y estaba muy pequeñito. No sabes cómo me deprimí, cómo lo extrañé, pero poco a poco ambos nos hemos adaptado a estar separados de repente; además se queda al cuidado de su abuela paterna y su nana y eso me deja tranquila", cuenta Anette.

Cuando le preguntamos qué heredó su pequeño de ella menciona, entre risas, que la vena dramática, que es muy buen actor, y físicamente sus manos, porque en todo lo demás es idéntico a su padre.

Cuando los tres están juntos narra que pasan momentos muy divertidos, salen a pasear, a caminar o se ponen a cantar para que el pequeño aprenda muchas cosas a través de la música, como les han recomendado en las clases de estimulación temprana a las que lo llevan.

Cuando Anette habla de su pequeño o su esposo su mirada se enciende... "La felicidad se nota, estoy muy contenta, mejor que nunca en mi vida. Actualmente lo que más me llena es mi familia y todo lo demás pasa a segundo plano".

La actriz asegura que no tendrá más hijos, que se quedarán solamente con Nicolás.

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